Después de darte la bienvenida y acomodarte en el yate, zarparemos hacia el Bósforo, la histórica ruta marítima que separa Europa y Asia. Hay tanto que ver, que no sabrás dónde mirar. En la parte europea, destaca Santa Sofía, los minaretes de la Mezquita Azul y el techo cónico de la Torre de Galata. Esta última domina el horizonte de la bahía del Cuerno de Oro.
Prepara tu cámara para capturar algunos de los sitios más destacados de Estambul, como el lujoso Palacio Topkapi, la imponente fortaleza Rumeli o los Jardines Imperiales del Palacio Yildiz.
Cuando hayas pasado el impresionante puente del Bósforo, estarás rodeado de espléndidos palacios de mármol de la élite otomana y portentosas mansiones y cabañas del siglo XIX, situados a lo largo de la costa. Ya de vuelta al puerto, contempla el colorido y la vitalidad del día a día en las orillas de esta antigua vía fluvial.