Hoy pasamos el día en Wicklow, condado vecino al sur de Dublín. Este es conocido como el jardín de Irlanda por el hermoso colorido que produce la vegetación que cubre sus montañas donde se han rodado numerosas películas.
Al salir de la ciudad te adentrarás en la campiña irlandesa donde casi no se ven habitantes, tan sólo vacas y ovejas. Los ríos desbordados de agua al margen de las carreteras y el aire puro de la región hacen que sus habitantes pasen fácilmente la edad de 100 años.
Este paisaje te quita el hipo, llegamos a Lough Tay, este lago de agua oscura como una pinta de Guinness parece surgir de otro planeta es la entrada por el puerto de Sally Gap del parque nacional de los montes de Wicklow, no podrás llegar a su orilla ya que es propiedad de la familia Guinness, que tuvo el acierto de construirse una residencia en este inspirador paraje.
La segunda parada será la mansión neoclásica de Powerscourt donde pasearas por sus jardines italianos y japoneses, el curioso cementerio de mascotas y sus rincones llenos de flores. Y si eres amante de las compras también tendrás la oportunidad de echar un vistazo en una de las mejores tiendas de Avoca.
También irás al valle de Glendalough donde se halla el monasterio celta del siglo VI fundado por San Kevin. Allí disfrutarás de sus iglesias en ruinas, torre redonda y cruces, remontándote a la Edad Media y su época de mayor esplendor antes de ser invadidos por los vikingos.
Después disfrutarás de un paseo de unos 45 minutos por el parque nacional de Glendalough lleno de caminos, cascadas y ríos que llevan a dos lagos que se formaron en la época glacial.
Tras la caminata irás a comer a un restaurante en medio de las montañas con un encanto especial, donde podrás degustar, uno de los mejores Irish-Stew (Guiso de carne con patatas) típico de la gastronomía local.